LA BAÑEZA - GUÍA DE TURISMO 2019

14 A lo largo de su historia la ciudad ha vivido múltiples ocu- paciones y poblamientos, pasando de ser una pequeña aldea al pie de la vega del Duerna y del Tuerto, dependiente de la jurisdicción de Palacios de la Valduerna, a transformarse hacia finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna en un núcleo mercantil, en el centro de intercambio de productos y servicios de esta amplia comarca agrícola. Es ya en la Edad Contemporánea, con la concesión en 1895 del título de Ciudad (otorgado por la reina regente María Cris- tina en nombre de su hijo Alfonso XIII) y con la inauguración del ferrocarril Plasencia-Astorga en 1896, cuando realmente comenzó la transformación de la base económica y del nú- cleo urbano. A principios del siglo XX con la instalación de la azucarera, el auge económico llegó no solo a la ciudad sino también a la comarca, que suministraría desde entonces la materia prima. Son pues la agricultura de su comarca, los servicios que ofrece la ciudad, la industria ligada a la transformación de los productos del campo, su enclave privilegiado en la red de carreteras y el hecho de ser centro administrativo (es Partido Judicial), lo que hacen que La Bañeza sea hoy por hoy lo que es. HISTORIA DE LA BAÑEZA Los celtas llegan al noroeste peninsular desde Centroeuropa en varias oleadas a partir del siglo VIII a. de C. En la zona en la que se encuentra La Bañeza se asentaron varias de estas tribus. En el cercano pueblo de San Martín de Torres se ubicaba la ciudad astur de Bedunia, mencionada en el Itinerario de Anto- nino (siglo III a.c.), lo que indica su importancia. Entre los años 29 y 19 a. de C. la zona fue sometida por los romanos debido a la abundancia de oro y otros metales y a su riqueza agrícola y ganadera. A partir de entonces formó parte del Conventus Iuridicus As- Homenaje a los peregrinos que atraviesan la ciudad siguiendo la Ruta Vía de la Plata. Fotografía Duncan

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